martes, 15 de octubre de 2013

Mons. Fellay: “Francisco un genuino modernista”.


Luego de un cierto silencio con respecto a la elección del Papa Francisco, el Superior General de la FSSPX, Bernard Fellay, habló sobre la situación de la Iglesia bajo el pontificado de Francisco. Esta es la primera parte del resumen del periodista John Venari de la conferencia y homilía de Mons. Fellay en USA.


Mons. Fellay sobre el Papa Francisco:
“Lo que tenemos ante nosotros es un genuino modernista”.

Por John Venari para Catholic Family News

Mons. Bernard Fellay advirtío el 12 de octubre: “La situación de la Iglesia es un verdadero desastre, y el papa actual la está convirtiendo en 10.000 veces peor”.

Dijo esto en una alocución en la Angelus Press Conference, el fin de semana del 11 al 13 de octubre, en Kansas City.
Mons. Fellay, Superior de la FSSPX pronunció una extensa conferencia el sábado por la tarde y se enfocó en el Tercer Secreto de Fátima, y sobre su aparente predicción de una gran crisis en la Iglesia y un castigo material.
Este reportaje resumirá  algunos de los aspectos más dramáticos de la conferencia del obispo el día sábado y de su homilía del día domingo.
Mons. Fellay citó en detalle a la Hermana Lucía, a los que han leído el Tercer Secreto y a los que lo conocen. Destacó que la Hermana Lucía dijo que si queremos saber el contenido del Tercer Secreto, leamos los capítulos 8 a 13 del Apocalipsis”.
La referencia de la Hermana Lucía a los capítulos 8 a 13 del  Apocalipsis es particularmente escalofriante, puesto que el capítulo 13 habla de la venida del Anticristo.
Mons. Fellay destacó que el Papa San Pío X dijo al comienzo de su pontificado que el “hijo de la perdición” puede realmente estar en la tierra. Destacó también que la oración original a San Miguel del papa León XIII menciona que Satanás pretende establecer su sede en Roma.
El obispo citó también al Cardenal Luigi Ciapi, teólogo pontificio de todos los papas desde Pío XII hasta Juan Pablo II que dijo: “en el Tercer Secreto leemos entre otras cosas que la gran apostasía en la Iglesia comienza por la cabeza”.
También dedicó un buen tiempo a la  famosa e inquietante entrevista de 1957 entre el Padre Fuentes y la Hermana Lucía, en la cual ella reiteró que “varias naciones desaparecerán de las faz de la tierra” y que “el demonio hará todo lo que esté a su alcance para conquistar las almas consagradas a Dios”.
Los tiempos son muy graves. Tenemos que ser serios en lo concerniente a nuestra salvación, “y para hacer estoestamos huérfanos de un elemento muy importante, que es el apoyo de las autoridades (eclesiásticas). Lo que es una tragedia.

Roma/FSSPX

Mons. Fellay aludió a la dramática relación entre la FSSPX y el Vaticano durante 2012: “Cuando vemos lo que está sucediendo ahora [bajo el papa Francisco]  agradecemos a Dios, agradecemos a Dios (sic), que nos ha preservado de cualquier tipo de acuerdo el año pasado. Y debemos decir que uno de los frutos  de  la Cruzada [de rosarios] que realizamos es que hemos sido preservados de una desgracia tal. Gracias a Dios. No es que no deseemos ser católicos, por supuesto, queremos ser católicos y somos católicos, y tenemos el derecho a ser reconocidos como católicos. Pero no vamos a poner en peligro nuestros tesoros por esto [el reconocimiento legal]. Por supuesto que no.
Continuó: “Y pensar que alguna gente continua sosteniendo que estamos decididos [todavía] a llegar a un Acuerdo con Roma. Pobre gente, yo realmente los desafío a probar lo que quieren decir. Ellos tienen la pretensión de conocer lo que yo pienso, algo diferente de lo que hago.  Ellos no están dentro de mi cabeza”.
Y en lo que respecta a las discusiones con Roma: “Cualquier tipo de directiva para lograr un reconocimiento finalizó cuando ellos me dieron a firmar un documento el 13 de junio de 2012. Ese mismo día les dije, “no puedo aceptar este documento”. Y les dije desde el principio de septiembre del año anterior que no podíamos aceptar esta “hermenéutica de la continuidad” porque no es verdad, no es real. Es algo contrario a la realidad. Por lo tanto no lo aceptamos. El Concilio no está en continuidad con la Tradición. No. Por lo tanto, cuando el Papa Benedicto me pidió que acepte que el Concilio Vaticano II es parte integral de la tradición, le dijimos: ‘lo lamentamos, pero esa no es la realidad, por lo tanto no vamos a firmarlo’. No vamos a reconocer eso”.
Lo mismo para la Misa.  Ellos querían que reconociéramos no solo la [Nueva] Misa como válida siempre que se celebre correctamente, etc., sino que es lícita. Y yo les dije: no admitimos esa palabra porque es confusa, nuestros fieles tienen ya suficiente [confusión] en lo que hace a la validez, por lo tanto les decimos: “¡La Nueva Misa es mala, es dañina y ellos entienden eso. Punto!” Naturalmente, las autoridades romanas no tomaron muy a bien esta respuesta.
Y continúa diciendo: “Nunca ha sido nuestra intención pretender que el Concilio debía ser considerado bueno, o la Nueva Misa “legítima”.
“El texto que presentamos a Roma [15 de abril de 2012] era, digamos así, de una redacción muy sutil, que se suponía debía ser correctamente entendido: se suponía que sería leído bajo el principio amplio que estaba conduciendo toda la cosa. Este amplio principio  no es una novedad en la Iglesia. “El Espíritu Santo no le ha sido prometido a San Pedro ni a sus sucesores de modo que por medio de una nueva Revelación el papa pueda enseñar algo nuevo, sino para que bajo su asistencia, el papa pueda conserva y transmitir fielmente el depósito de la Fe”.  Es parte de la definición de la infalibilidad [del Vaticano I]. Este era el principio, la base de todo el documento, que excluye desde el comienzo toda clase de novedad.
“E interpretar cualquiera de las frases de este texto sin atender este principio es interpretar lo que nunca ha  sido nuestro pensamiento ni nuestra conducta. Estas frases en sí mismas son ambiguas, así que saquen la ambigüedad que hemos querido poner bajo este principio [del Vaticano I]. Desafortunadamente, esto fue demasiado sutil y por eso retiramos el texto, porque no era suficientemente claro del modo en que estaba escrito.
“¡Así pues queda muy claro que nuestro principio es siempre el mismo para permanecer fieles! Hemos recibido un tesoro. Este tesoro no nos “pertenece” a nosotros. Lo hemos recibido y debemos pasarlo a la próxima generación. Y lo que se requiere de nosotros es fidelidad, fidelidad. (sic) No tenemos el derecho de poner en peligro este tesoro. Este tesoro lo tenemos en nuestras manos y no lo vamos a poner en peligro.

El Papa Francisco

Mons. Fellay volvió a los dichos de Sor Lucía en 1957 sobre que el Rosario y la devoción al Corazón Inmaculado son los dos remedios que Dios ha dado a la humanidad.
Dijo que “con toda certeza” hay un castigo ‘material’ del mundo a la vista. Hay algo grande que está ante nosotros. ¿Cómo? ¿Cuándo? No tengo idea. Pero si se juntan todos los indicios queda claro que Dios ya ha tenido suficiente con los pecados de los hombres.”
Luego habló de los pecados que claman venganza al cielo, como el aborto, los pecados contra la naturaleza, tal como la ilusión de una ‘redefinición’ del matrimonio contra natura y otros pecados relacionados. Habló también de lo que parece ser una persecución en ciernes de los cristianos.
¿Qué hacer? No entrar en pánico, porque el pánico no conduce a nada. Lo que se debe hacer es cumplir con el deber de cada uno, con el deber cotidiano. Ese es el mejor modo de prepararse”.
Continuó diciendo que “estamos en tiempos que producen temor” pero no estamos indefensos. Señaló que lasituación de la Iglesia es un verdadero desastre. Y que el actual papa la está haciendo 10.000 veces peor”.
“Al comienzo del pontificado del Papa Benedicto XVI, dijo, “la crisis de la Iglesia continuaba, pero el papa trataba de poner freno”. Es como si dijéramos que la Iglesia continuaba cayendo, pero con un paracaídas. Y con el comienzo de este [del Papa Francisco] pontificado, digo, “él cortó todas las cuerdas y colocó un cohete” [para acelerar la caída].
“Si el papa actual continúa el camino por el que comenzó a transitar, va a dividir la Iglesia. Está haciendo volar todo.  Y la gente empieza a decir: es imposible que sea el papa, lo rechazamos. Otros dicen [y esta es la posición de Mons. Fellay]: “Esperen, considérenlo papa, pero no lo sigan. Él está provocando  ira. Mucha gente se siente desanimada por lo que hace la gente en la Iglesia” y está tentada de “abandonar todo.”
Pero, nos recuerda, Dios es “por mucho, muchísimo más grande de lo que somos nosotros. Dios es capaz de hacer que la Iglesia continúe”, incluso puede operar a través de estas imperfecciones de sus ministros.
“Pero, una vez más”, repite, “no los sigan. Síganlos cuando dicen la verdad, pero cuando dicen sandeces, no los sigan en esos puntos.  “Cualquier obediencia para ser verdadera debe estar relacionada con Dios. Cuando digo que obedezco a una persona” él debe ser “un espejo de Dios.” Pero “cuando el espejo me dice lo contrario de lo que dice Dios, ya no es espejo, y entonces no lo sigo”.
Mons. Fellay remarca que simplemente no es posible obedecer al papa actual sin cuestionarse lo que dice, porque nos destruiría, pondría en peligro nuestra Fe.
Siguendo la advertencia de Sor Lucía, del Papa León XIII, Mons. Fellay advirtió más adelante que podemos estar entrando en los tiempos del Anticristo, pero no podemos decir cuándo, o qué tan lejos estamos de ese futuro.


[Fuente: Catholic Family News, primera parte. Traducción: PCI.]

Acá el audio original completo (en inglés), provisto por el Distrito de Estados Unidos de la FSSPX, del sermón pronunciado por Mons. Bernard Fellay, en la iglesia de San Vicente de Paúl en Kansas City, Missouri, Estados Unidos, durante una Misa Pontifical en el marco de la Conferencia 2013 de Angelus Press, 13-10-2013; que es de donde se basa la información arriba detallada.