El cardenal Pell rechaza
las afirmaciones del Superior General de la FSSPX (ver aquí
y aquí), defensa aparecida en un artículo originalmente en inglés
y luego publicado en su traducción en Vatican
Insider, 29-10-2013. Quedó una pregunta sin traducción del italiano, según está así publicado hasta el momento.
Pell rechaza el ataque
contra el Papa del líder de los lefebvrianos
En una entrevista el cardenal australiano
describe el clima y las esperanzas del encuentro entre los ocho consejeros
cardenales de Francisco: escuchar, dialogar y decidir
GERARD O'CONNELL (VATICAN INSIDER)
El purpurado, uno de los que integran el “C8” (el grupo de cardenales que aconseja a Papa Francisco en la reforma de la Curia romana y en el gobierno de la Iglesia universal), cuenta a Vatican Insider cómo vivió la reunión histórica que se llevó a cabo a principios del mes con el Pontífice. El cardenal australiano subraya que «la información fundamental sobre el encuentro» de los ocho cardenales con el Papa es la que ofreció el vocero vaticano, el padre Ferderico Lombardi, mientras que sus impresiones son solamente «pensamientos fraternales de uno de los consejeros del Papa, cuya misión, de hecho, es la de sostener al Papa y ayudarle en su tarea».
El obispo Fellay indicó que Papa Francisco era un «verdadero modernista» y dijo que aunque la situación en la Iglesia fuera un «desastre» antes de la elección del actual Papa, ahora las cosas están «10.000 veces peor»...
Creo, francamente, que estas afirmaciones son tonterías que hay que rechazar firmemente. Francisco dijo que es un hijo fiel de la Iglesia, y todo lo que ha hecho en su vida es muestra de ello. Se preocupa por la vida cotidiana de las personas, por los que sufren, por los que afrontan situaciones difíciles. Es un exponente plenamente fiel de las enseñanzas de Cristo y de la tradición de la Iglesia.
Entonces, ¿personas como Fellay han interpretado mal el pensamiento de Papa Francisco?
Sí, y se trata de una interpretación que debe ser completamente rechazada. En realidad, desde hace décadas los lefebvrianos (o muchos de ellos) interpretan a su manera la situación. Benedicto trató de llegar a la reconciliación, y este fue uno de sus grandes méritos, pero no hubo ninguna respuesta por parte de los lefebvrianos. La Iglesia de hoy parte del Vaticano II y, aunque no sea necesario estar de acuerdo con cada minúsculo detalle del Concilio, forma parte de la vida de la Iglesia de hoy y del futuro, y eso no se puede cambiar.
Padre Carlos Galli, un teologo argentino, ha affermato di recente che vede emergere nella Chiesa una specie di “sindrome del fratello maggiore”, con Francesco che esce sempre più spesso ad incontrare i figli smarriti
Penso che sta a noi da fratelli maggiori – a differenza del fratello maggiore nella parabola – seguire il padre che va ad incontrare il figlio prodigo. E’ nostro compito aiutarlo e difenderlo.
Usted y los otros siete cardenales consejeros tuvieron la oportunidad inédita de sentarse en la misma mesa con el Papa para discutir durante tres días sobre cuestiones relacionadas con el gobierno de la Iglesia y la reforma de la Curia romana. ¿Cuáles fueron sus impresiones del encuentrto?
Todos estábamos muy conscientes de la importancia de la ocasión. Ninguno era capaz de recordar la última vez en la que un Papa se hubiera encontrado con un grupo de consejeros fuera de la Curia romana, de un pequeño Consistorio convocado con regular frecuencia. En el Consejo de los 8 cardenales y también en el Consejo del Sínodo de los Obispos, del que formo parte, las discusiones fueron muy significativas, francas y cordiales. El Papa quiso, sobre todo, escuchar. Invitó a los participantes a que hablaran con libertad, quería que habláramos francamente. No le gusta ser adulado. Creo que no se habría dejado engañar con facilidad. No desperdiciamos ni un segundo de tiempo, las discusiones fueron muy útiles y sustanciales, y no se ofendió con lo que dijimos. Somos consejeros. Nuestra tarea es la de aconsejar y él está siempre dispuesto a aceptar, rechazar o modificar nuestros consejos. Todos estamos bien conscientes de ello y apreciamos la oportunidad que el Santo Padre nos ha dado a nosotros, que provenimos de diferentes partes de la Iglesia. Creo que todo esto solo traerá beneficios duraderos para la Iglesia. Y creo que la decisión del Papa de no aislarse es muy importante. Por ahora, solo planteamos los temas del gobierno de la Iglesia universal y de la reforma de la Curia romana. Evidentemente irán surgiendo otras cosas: el Papa también habló sobre el tema del matrimonio y la vida familiar.
Los 8 cardenales tendrán otro encuentro con el Papa del 3 al 5 de diciembre y después una tercera cita en febrero del próximo año. Francisco da la impresión de estar trabajando para llegar a una rápida conclusión, por lo menos en cuanto a la reforma de la Curia romana. ¿Es una interpretación correcta?
Creo que hay una serie de expectativas razonables, pero no sabría decir si será este el resultado. Creo que es más probable una serie de encuentros cada dos meses, por lo menos hasta mediados del año que viene. No es ningún secreto que en las reuniones antes del Cónclave, los cardenales pidieron mejoras significativas en la vida de la Curia romana y creo que Papa Francisco se está empeñando para obtener este cambio.
¿Usted cree que la ayuda de los 8 cardenales consejeros el Papa tenga un plan listo para la reforma de la Curia el año próximo?
Quién sabe... Creo que el Papa no quiere detenerse, porque todos sabemos que alargar la incertidumbre y el ansia que acompaña esta situación no es saludable.